DESALIENTO
Lloran las horas
presas por el desaliento;
triste viajero aposentado en nuestro camino de piedras.
Lleva corbata gris
y su mirada, confusa,
divaga, perdida en significados carentes de luz.
Imperecedero,
acucia por las esquinas,
irrumpe en el pensamiento,
araña la sonrisa,
abraza el miedo,
desnuda las heridas,
apaga el fuego cuando el frío llama a la puerta.
LLoran las horas
presas por el desaliento...