EL ESPEJO
Albergaba la esperanza de encontrar un respuesta, un porqué. Su cabeza era un caos, un hervidero de interrogantes. Se miró en el espejo una y otra vez; últimamente lo hacía con frecuencia, rayando lo patológico, como una especie de fustigación personal. La incapacidad de reconocer su propia imagen la trastornaba. Sobre la mesita de noche, un álbum de fotos desnudaba un interior vestido de sonrisas que agredían a la tristeza y que atravesaban piel de terciopelo y miradas de ingenuidad. Esparcidas por la cama, algunas prendas de ropa aromatizadas con aromas del ayer se dejaban acariciar por sus manos, por su cuerpo. ¿Qué le sucedía?, ¿qué diablos le sucedía? Volvió, de nuevo, la mirada hacia el espejo y no vio nada o, más bien, sí, vio el alma de un horizonte lejano cercado por un mar en calma donde los rayos de sol retozaban en su aguas con liviandad de atardecer. Un extraño impulso la hizo retroceder temerosa. Por unos momentos se sintió incapaz de movilizar un solo músculo de su apergamimado cuerpo, pero reaccionó enseguida; tal vez aquella era una señal. Recogió las prendas, guardó el álbum de fotos ¿y el espejo?, ¿dónde estaba el espejo? Había desaparecido. Acercó sus manos a la cara; la comisura de los labios dibujaron una sonrisa. La noche naufragaba en el pretérito horizonte. Por fín tenía la respuesta. El presente la esperaba y ella no le había hecho caso; un presente que lucía sosiego de otoño y el único capaz de plasmar su imagen en espejos de realidad.
Me gusta como vas narrando las sensaciones cual argumento "engancha" y uno está ávido por saber como terminas
ResponderEliminar¡Preciosa forma descriptiva! ¡Felicidades!
Besos
André
Gracias por tus palabras, André, me alegra que te gustase.
EliminarUn abrazo
Fina
Me encanta Fina, y magnífica la resolución. Adiós espejo y empezar la vida, esperemos que lo haya hecho la protagonista, que le haya alcanzado el tiempo.
ResponderEliminarBesosdeanís!
Esos espejos, como el de la madrastra de cenicienta, juegan malas pasadas a veces.
EliminarUn beso, Saga
Fina
ResponderEliminarMe ha gustado Fina como lo narras. El presente la esperaba y ella no le había hecho caso, tenía que alejarse de su pasado para vivir su presente…
¡Mi felicitación!
Un cálido abrazo Fina.
Recordar el pasado en momentos puntuales no tiene por que ser negativo pero obsesionarse si que lo es, y la protagonista de mi relato lo estaba haciendo hasta que vio claro.
EliminarUn abrazo Sneyder
Fina
Fina que bien amiga este relato poss is llevas muchas razón debemos comenzar de nuevo y siempre mirar hacia delante uufff aunque siempre hay un espejo alli observandonos muy bueno, besos desde mi brilllo del mar
ResponderEliminarA ese espejo hay que darle la espalda el mayor tiempo posible salvo para lo que nos hace sonreir,querida Bea.
EliminarAbarazo mediterráneo
Fina
Un espejo olvidado o perdido. Quizás sí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Perdido no creo y olvidado, pues para la malo mejor olvidado para lo bueno, bien recordarlo.
EliminarAbrazos
Fina
Me encanta el genero del cuento breve y tu los logrado maravillosamente, y con un tema por demas siempre inquietante, como es el espejo y el tiempo. Felicitaciones!!!
ResponderEliminarUn abrazote para ti Fina!
Es cierto, los espejos tienen ese punto de misterio que inquieta, por eso en muchas películas de suspense hacen uso de ellos.
EliminarGracias por tu excelente aportación, Natalia
Te mando un beso
Fina
Sorprendente y fascinante cuento Fina, en el que describes a la perfección ese espacio de tiempo que existe entre el presente y el futuro, ese espejop donde a veces, no es fácil mirar porque contiene huellas olvidadas, y siempre hay que mirar de frente, seguir para delante, que seguro que algo bueno se encuentra. Escuché una vez una frase que además la tengo apuntada, que dice así:
ResponderEliminar"Hay hijos de puta hasta en los espejos.",.
¿Qué te parece?, bueno, no se qué opinarás tú, pero algo de cierto llevará la frase, cuando existe. Jajajajaja, un abrazo Fina.
...y como lo sabes.., de todo hay en esas imágenes que devuelven los espejos. Incisivo comentario el tuyo, Conchi. Gracias por tu aportación.
EliminarUn abrazo
Fina
UN TEXTO EXCELENTEMENTE GESTADO!!! ME ENCANTA.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Y a mi me encanta tu comentario, ReltiH. Gracias
EliminarUn abrazo
Fina
Precioso y bueno, querida Fina. A ciertas alturas de la vida, los espejos se vuelven enemigos y nos cuesta reconocernos ¡Ayyy! es que me duele la pierna y no puedo estar mucho tiempo en el ordenador, jajaja. Un gran placer leerte, amiga. Un abrazo grande.
ResponderEliminar
EliminarY tan enemigos.., cada vez necesitamos más aprendizaje para pelear con ellos y...ganarles. Gracias por tus palabras, Maria y, sobre todo, ¡¡¡cuidate esa pierna!!!
Un beso y plácida noche
Fina
Fina, hay espejos anímicos que nos hacen temerosos de lo que en ellos vemos, o no vemos... Mas, lo importante es reaccionar ante la luz de un futuro inmediato, y a veces obligatorio, que nos salva de muchas tristezas y dolores del alma.
ResponderEliminarPrecioso y escrito de forma magistral. Felicidades.
Es cierto, Candela, a veces vemos más de lo que tras el espejo hay, y otras, menos de lo que necesitamos ver. Cuestión de sentido común y de llamarle al pan, pan, y al vino, vino.
EliminarUn abrazo y gracias por tus palabras de elogio.
Fina
El presente es como el norte, no se puede perder. Hay que degustarlo y arrancarle hasta la última sensación. Y no perdernos añorando un pasado que se ha ido.
ResponderEliminarMuy bien narrado.Te engancha de principio a fin, :)
Moitos bicos, Finiña.
Ese espejo veía demasiadas cosas que no tocaba y, como tú dices, Ohma, no perder el norte es la mejor manera de saborear la vida.
EliminarBicos
Fina
Tremendo espejo Fina! me ha emocionado leer este micro.
ResponderEliminarY esa imagen tan poderosa como tus palabras.
Feliz fin de semana.
Por cierto, gracias por contarme el caso de los perros en tu tierra, tus recuerdos de la infancia. Es enriquecedor compartir experiencias vividas.
¡Tantas imágenes reflejan esos espejos, Beatriz!. Muchas veces son como mundos paralelos, sin convergencia posible...
EliminarAbrazos y gracias por tus palabras.
Fina
Hay que vivir pensando en el hoy, el presente es lo que cuenta y nos espera a diario.
ResponderEliminarAsí es Boris. Gracias por compartir.
EliminarFeliz domingo
Fina
Fina Tizón
ResponderEliminarno entiendo tu escrito
demasiado complejo
Pues te comento, Lola, las imágenes y metáforas del relato son bastante explícitas. Es un personaje con dificultades para asimilar el paso del tiempo y se aferra al pasado, a esa juventud que se le fue, aunque finalmente consigue darse cuenta del daño psicológico que ella misma se estaba inoculando. Ese espejo perdido representaba el pasado.
EliminarSaludos cordiales y gracias por acercarte a este rincón de letras
Fina
Gran texto !!!!!!!!
ResponderEliminardonde el hoy se resalta
y aunque no es facil aceptarlo es lo unico que tenemos
El momento que vivimos
los recuerdos positivos del pasado
y un futuro que se hara bien o mal
todo depende de como lo miremos
un abrazo
Es cierto que a veces cuesta aceptar las cosas que nos rodean o las que a uno mismo le pasan, pero el presente es el que es y en él vivimos y, com tú dices, el único que tenemos. Los pasos quietos no llevan a parte alguna.
EliminarAbrazos
Fina
Cierto, el presente la había estado esperando. Pero, como se había entretenido tanto coqueteando con el pasado, se había marchado al bar. En cierta forma, los bares están llenos de presentes despechados. Ni espejos, ni fotos.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Bueno..., visto así, en todos los lugares donde se agrupan los individuos el despecho suele aromatizar el ambiente, claro que.., hay ambientes y ambientes, todo hay que decirlo.
EliminarUn abrazo, Amando
Fina.