jueves, 29 de agosto de 2013

HAIKUS (VERSOS CON ALMA 30)








  

HAIKU Nº11


Hablaba siempre

con lenguaje de brisa.

Mirada límpia
                                                                                                

                                                                                               

                                                                                                       


                       
HAIKU Nº 12


 Su tren partía 

  tras la felicidad.

Bello destino
     

jueves, 22 de agosto de 2013

VENTANA INTERIOR ( CUENTOS Y RELATOS BREVES 8 )






Amigos míos:

Hoy, tras dos meses  de ausencia, retorno al blog. Aunque en mi última entrada ya os notifiqué que me ausentaría por un tiempo, no hice público el motivo que me llevó a ello. Han sido momentos muy duros en mi vida y no me sentía con fuerzas para nada; la privacidad mía y de mi familia estaba por encima de todas las cosas.  Ahora ya me encuentro algo mejor y superando poquito a poco el difícil trago que ha representado para mí  la pérdida de mamá acaecida tras un inesperado ingreso hospitalario  que se prolongó nueve días y aunque era ya mayor y la marcha de todos nosotros es ley de vida,  siempre cuesta mucho de asimilar. Se que debo seguir caminando pero también se que en ese camino me acompañan muchos recuerdos hermosos y esos son los que llevaré siempre en mi corazón. Ahora ya conocéis el motivo de mi alejamiento.




"JARDINERA TÚ QUE ENTRASTES
EN EL JARDÍN DEL AMOR
DE LAS FLORES QUE TÚ RIEGAS
DIME CUÁL ES LA MEJOR..."



¡CUÁNTO MAR DE AMOR DEJASTE EN MÍ!
¡CUÁNTO MAR DE AMOR, MADRE!




Agradezco de corazón a todos los que os habéis preocupado sin ni tan siquiera conocer el motivo de mi distanciamiento.


No me he olvidado de las letras, tampoco de vosotros; con calma y a partir de hoy, iré visitando vuestros blogs y comentando vuestros trabajos, y yo retorno al mío con este relato triste al tiempo que esperanzador y creo que con fondo suficiente para sacar alguna que otra conclusión.


Un abrazo

Os quiero

Fina





VENTANA INTERIOR




Cada mañana, al cruzar la avenida para dirigirme al trabajo, la observaba con detenimiento preguntándome que misterios encerraría aquel interior tan aislado del mundo. Llevaba demasiado tiempo cerrada. A diario, los rayos de sol intentaban atravesar aquella barrera sin conseguirlo; las noches pretendían regalarle sueños en vano; la lluvia, limpiar su semblante; el viento, auyentar las telarañas que la rodeaban. Protegida por visillos inmóviles, la misteriosa ventana ocultaba algún secreto y yo no sabía descifrarlo. Necesitaba esclarecer mis dudas de una vez por todas, indagar. Mi curiosidad había llegado a tal punto que aquella mañana de domingo crucé la avenida infringiendo por primera vez el código de circulación. Semáforo en rojo. Ningún coche. No podía esperar. No pude esperar. Me acerqué a ella y con la maestría de un cerrajero experimentado empecé a utilizar mi llave maestra para adentrarme en su interior; siempre con delicadeza, sin dañar, midiendo los movimientos, poco a poco. Fue muy difícil, pero mi perseverancia logró buenos resultados. La ventana se abrió. Lo que pude observar en su interior me hizo comprender todo. Una gran roca obstruía el paso, era menester quitarla de allí para que aquel espacio pudiese recibir la luz. Aliada con mi fuerza desplacé aquella piedra lejos del ventanal. La soledad, perdida la batalla, agachó la cabeza y huyó sin volver la vista atrás.



Ambas cruzamos de nuevo la avenida en dirección a la plaza de la Catedral. Carmen sonreía y yo me sentí feliz por ello. La soledad no volvería a acercarse a aquella ventana.

Escuché su voz, aún tímida, mientras su mano apretaba fuertemente la mía.

-       Gracias, Elena
-       No, no me las des, Carmen. Tú también me diste mucho sin saberlo, tú  
        también me diste mucho...